Codo rígido o rigidez del codo

Existen múltiples causas que pueden llevar a la aparición de una rigidez en el codo. Puede ser debida a una afectación a nivel articular, ó bien deberse a afecciones que se sitúan alrededor de la misma (por ejemplo en la cápsula articular, los ligamentos o los músculos). Habitualmente la rigidez de codo se debe a una combinación de varias causas. El desarrollo de una rigidez de codo puede ser la consecuencia de un traumatismo sufrido en la articulación. Después de fracturas en el codo, luxaciones, ó intervenciones quirúrgicas, no es extraño que los pacientes desarrollen una rigidez de codo. También puede producirse por procesos inflamatorios (por ejemplo, la artritis reumatoide).

El síntoma fundamental es la limitación de la movilidad del codo. Los pacientes refieren que no pueden flexionar el codo (limitándose en ocasiones actividades básicas como peinarse, lavarse la cara, vestirse…) ó bien limitaciones en la extensión del codo.

El estudio de la rigidez de codo requiere una historia clínica exhaustiva, así como de unas pruebas complementarias. Habitualmente se realiza una radiografía en 2 proyecciones pero puede ser necesario además el estudio mediante otras pruebas de imagen, como la ecografía, el TAC (Tomografía axial computarizada) ó la RMN (Resonancia magnética nuclear). En HYCEM empleamos habitualmente la ecografía como medio de asistencia al examen físico que realizamos en consulta para una mejor aproximación diagnóstica.

En función de la causa, y también del grado de limitación que presente el paciente, el tratamiento puede variar, desde medidas de manejo conservador, hasta el tratamiento quirúrgico. Estos procedimientos, denominados artrolisis de codo, pueden ser realizados de forma artroscópica (mediante pequeñas incisiones en la piel y la introducción de una cámara en la articulación del codo), ó bien de manera abierta. El especialista de codo debe valorar cada caso para establecer una adecuada indicación terapéutica.

Tras un breve periodo de recuperación, el paciente inicia la movilización precoz de la articulación. Es necesaria la rehabilitación postoperatoria para evitar el desarrollo de una nueva rigidez postquirúrgica. El periodo completo de recuperación puede alargarse varios meses tras la cirugía.